Así fue como Shohei Ohtani catapultó a Japón con su gran influencia: números nunca vistos

Redacción Meridiano

 

La subestimada selección japonesa de beisbol se quedó con su tercera corona del Clásico Mundial tras derrotar a Estados Unidos 3 – 2 en una final inédita. Los asiáticos se confirman como los auténticos reyes del beisbol a nivel mundial, pero eso en 2023 no se entendería sin la figura del mejor jugador del mundo: El lanzador y bateador Shohei Ohtani.

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En las cinco ediciones que van del Clásico Mundial de beisbol ningún otro equipo dominó como lo hizo este de Japón, que finalmente se alzó con el título de forma invicta. Así como no se había visto una selección tan dominante, tampoco se había visto un jugador con una influencia tan abrumadora como la de Ohtani, quien dejó números de auténtica estrella, tanto lanzador como de bateador, tal como lo hace día a día en su equipo de las Grandes Ligas, los Angelinos de Los Angeles.

 

Ohtani finalmente se quedó con el premio del Jugador Más Valioso (MVP) del torneo, y era lo más esperado por todos, después aparecer como cerrador en la novena entrada y conseguir los tres outs, incluyendo el ponche final sobre Mike  Trout;  Esa fue la cereza del pastel para un jugador que hizo de todo y que nunca dudó que su equipo era capaz de imponerse incluso a los locales, quienes contaban con todo el favoritismo.

 

En su faceta de lanzador, el japonés logró 2 victorias, 1 juego salvado y 11 ponches en 9.1 entradas de labor, para dejar una impresionante efectividad de 1.86, probablemente el mejor lanzador del torneo. Lo que hizo como bateador no fue mucho menos importante, ya que Ohtani bateó para. 435, con 5 extra bases, 9 carreras anotadas, 8 impulsadas y 10 bases por bolas conseguidas.

 

Tal vez los números no sean suficientes para explicar lo que significa ahora mismo la figura del japonés, se trata del mejor jugador del mundo, el pelotero con más capacidad de influir en un juego de pelota. Por si fuera poco, con su carácter y personalidad Ohtani supo cómo llevar la presión mediática en sus hombros, algo que como demostró en el noveno inning de la gran final, no le pesó en ningún momento.

Source: meridiano

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