La distancia es tan evidente, que ni siquiera se malgastó el tiempo poniendo paños calientes. Especialmente después de los roces del día anterior en Bruselas, donde Trump reprochó el escaso gasto militar a los miembros de la OTAN y criticó el superávit del comercio internacional de Alemania con la expresión “son muy malos”. En ese campo, como en la mayoría, no hubo apenas avances.
Source: El Pais